miércoles, 23 de mayo de 2018

Triángulos

Yoga Asana y Meditación
Trikonasanas para todos los gustos, variantes adaptadas a todos los cuerpos, asana básica y fundamental a incorporar en la práctica semanal o diaria.

Pero... ¿qué es un triangulo? Puede que una dualidad superada por la unidad... A veces parece una montaña que nos recuerda el camino hacia el punto mas alto de la tierra que se une con el cielo... 

Muchos maestros y escrituras tratan sobre este símbolo, textos hablan de la triple naturaleza del universo y del hombre. Madame Blavatsky decía que el misterio de la creación estaba contenido en este símbolo, que la creación es un equilibrio de fuerzas. En el árbol de la vida hay tres pilares, el de la forma, la fuerza y la conciencia; tres tiempos pasado, futuro y presente contenidos en la eternidad... Tiempo del que hemos acordado dividir, poner un punto inicial y final en un reloj o dibujado en una línea  recta espacio temporal que en realidad oculta toda una red parecida a una tela araña que teje cada uno a su manera. 

Tres cualidades en el hinduismo, tamas, rajas, sattva; tres corrientes de energía: mental, vital y el camino de luz a lo infinito. La tradición védica se llama Trividya, la triple sabiduría y la actividad de la mente es inevitablemente triple: negativa, positiva y neutral. Presente en esta realidad están el observador, lo observado y el mismo proceso de la observación. 

Se dice que hay que sobrepasar la realidad tridimensional, algunos lo han conseguido y han logrado salir de la percepción limitada de la individualidad... Todo es tan subjetivo desde aquí, desde la ilusión y el sueño: ¡Despierta! 
Hay que conseguir salir de la actividad triangular; según Gurdjieff hay que encontrar el cuarto camino aunque en estos tiempos ya se transitan dimensiones aún más elevadas cuando el hombre ni siquiera aún es hombre ni alcanzó el estado de conciencia del cuarto Chakra ni el estado de "Turinya", que en sánscrito significa "el cuarto".

Alcanzar el estado de síntesis significa fundir esta trinidad, principio del Tantra y de tantas otras escuelas iniciáticas de las que es imprescindible el trabajo con el ego. Sin eso no hay estado de yoga que valga: seres aún ligados al egoísmo narcisista, a la individualidad que solo considera que la primera parte de del reconocimiento de "Yo" es todo, y confunden y malinterpretan aquello de "Yo soy Dios" cuando la palabra Dios es rechazada por miedo a su verdadera revelación mas allá de las creencias... Una verdad bloqueada por el miedo a la soledad, al vacío y a dejar de ser.

Muchos aún viven en el cuerpo, otros tantos en la mente y al espíritu hay que liberarlo. 
El triángulo es la casa de nuestra objetividad, al que volvemos cada vez que logramos liberarnos de los límites de la realidad. Más de este estado de rotura hay que cultivar, donde ya no existen ni lo conocido ni nosotros.

Hay una pequeña historia que encontré en Dhanishtha de Ekkirala Krishnamacharya sobre la teoría de los triángulos en el Capítulo XII del Mahabharata, de la cual extraigo una parte para compartir y remito a quien quiera saber más que la busque y la lea completa:

... Un aspirante, tras pasar por las dos puertas anteriores con toda su historia ... "Llegó al tercer portal, que era una puerta en forma de triángulo, delante de la cual había tres personas esperando. Estas le preguntaron: "Querido hijo, ¿para qué has venido?"; él dijo: "Para ver al Señor". Ellos volvieron a preguntarle: "¿Cómo esperas verlo? "Por el poder de vuestro permiso", replicó. Ellos le preguntaron: "Supón que se te pide que esperes"; él respondió: "Considero un privilegio esperar". Ellos dijeron: "Puedes entrar y ver al Señor". Él preguntó: "¿Cómo puedo abrir la puerta?". Ellos respondieron: "Hay una sola manera de abrir la puerta. Tienes que ver al Señor en forma de nosotros tres delante de la puerta. No puedes pasar al otro lado de la puerta, pero todo el que viene aquí se da por satisfecho de ver al Señor en nuestra forma". Él replicó: "Estoy satisfecho. ¿Puedo saber cómo os llamáis?" Ellos dijeron: "Mi nombre es señor uno, su nombre es señor dos y su nombre es señor tres" Estos son los nombres dados en las escrituras sagradas. En sánscrito de les llama: Akata, Dvita y Trita; es decir, señor uno, dos y tres. El dijo: "Me complazco de ver al Señor en vuestra forma. Me entrego al Señor en vosotros tres" Entonces el triángulo desapareció y se produjo una abertura en el centro geométrico del triángulo. Este se hizo cada vez más grande y era todo luz. El entró en la luz y vivió como luz eternamente con su cuerpo físico."

No se queden solo con el final, lo importante no es la meta sino el camino; así pues busquen la información de cada paso aunque puedan disfrutar del final de esta bonita historia en torno al triángulo :) Ahora esta magnífica asana adquiere una mayor profundidad, disfrútenla.