Este es un tema importante, ya que suele ocurrir que cuando salimos de la clase de yoga perdemos la consciencia que hemos adquirido durante la práctica, es cierto que mantenemos una sensación de relajación corporal y de calma mental, pero dura poco ya que una vez en el ritmo diario lo olvidamos.
Cuando hablamos que el yoga es un estilo de vida, quiere decir que tenemos que aplicar lo que aprendemos en las clases en la vida diaria, aunque gran parte de este cambio es inconsciente porque sin darnos cuenta pasan los meses, los años y practica ha influido sobre la posición del cuerpo evitando muchas contracturas, también ha influido sobre la mente que no se deja arrastrar tan fácilmente por los estados emocionales y por supuesto hemos contactado con un realidad interior que nos ha puesto en contacto directo con la esencia del Ser. Pero todos estos cambios inconscientes no son suficientes si queremos continuar avanzando, primero de todo hay que reconocer como la práctica nos ha influido, hacer consciente lo inconsciente, y segundo ir rompiendo los límites de nuestra percepción de la realidad y expandir cada vez más la consciencia.
Cuando en la clase realizamos asanas tu consciencia esta puesta en el movimiento corporal, pues esa consciencia corporal la tenemos que aplicar cuando nos sentamos y levantamos de en una silla, cuando nos acostamos e incorporamos, cuando levantamos peso, cuando nos agachamos para coger algo del suelo… También tenemos que practicar pranayama, sobretodo cuando estamos nerviosos, cuando nos enfadamos, cuando no podemos dormir, cuando nos enfadamos… de manera que cortara la dinámica y la inercia de la mente ayudándonos a recuperar el centro. La concentración se practica prestando atención a lo que estamos realizando, sea lo que sea, podemos repasar lo que hemos hecho durante el día antes de irnos a dormir trabajando sobre la concertación, la memoria y viendo las cosas desde otro punto de vista. También podemos cantar mantras y dejarnos embriagar por su melodía y no necesariamente tenemos que cantar en alto, el canto mental inspira a tu alma muy profundamente. Podemos también relajar el cuerpo, antes de ir a dormir o relajar la tensión de algún sitio localizado, simplemente repitiendo mentalmente, relaja la espalda o relaja el brazo…
Hay muchas mas formas de vivir el yoga en la vida diaria, por ello animo a que los practicantes de yoga sean creativos y lo descubran por si mismos.
Ana Mª
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