Este fin de semana, observe una niña de aproximadamente 2 o 3 años, que jugaba con un bebe de menos de un año, cuando hablaba con ella, no intentaba gustarme a mi, sino decia sencillamente lo que sentia sin pasar por el filtro que en nosotros se da. Ese filtro formado de “como ser” “que creer” “como actuar” “me acuerdo que”... no esta en ellos, sencillamente son autenticos y hermosos aun a pesar no tener la consciencia que creemos tener nosotros los “mayores”
Cuando nacemos hasta que alcanzamos la madurez avanzamos en nuestra comprensión de la vida, pero llegado un punto, vamos hacia a tras, pero lo “malo” no es ver un viejo niño, sino creerse saberlo todo y repetir una y otra vez sus historias... porque claro, el miedo nos impide experimentar cosas nuevas... cuando somos niños no ocurre.... esas locuras de jóvenes de mayores no caben.... o que pena, cuantas condiciones por cuidar una imagen, por miedo a repetir.... que tipico es decir, siempre es lo mismo, nada cambia, ahí esta, la monotonia y la inercia a la que nos aferramos.
Supongo que buscamos conservar esa experiencia que nos subio ha un nivel, que nos proporciono una razon u explicación respecto a nuestra vida, esa es nuestra verdad y nos aferramos a ella siendo esto el suelo del mundo en el que nos movemos.
Aunque el problema real y trascendente, empieza cuando nos soltamos y nos enfrentamos a la mentira de nuestra verdad, eso nos abre los brazos aceptando cualquier cosa, y llegas a viejo sin miedo a dejar de ser, porque te das cuenta de que no eres nada, ni nadie... y por supuesto, ahí, cabe todo.
© Ana Mª Jiménez Moreno, 2010
Escritos para el foro de Comunidad Hermetica
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