En ocasiones esta meditación nos conduce a una experiencia trascendente, el problema es que al adueñarnos de esa experiencia nos esforzamos por volverlo hacer, por volver a repetir lo mismo, limitando nuestra experiencia a lo que hemos descubierto. Además, no suele funcionar, el mero hecho de desearlo y esforzarnos nos aleja de ese tipo de experiencias. Cuesta aceptar que hay experiencias únicas e irrepetibles, el ser humano lo quiere atrapar y asegurar todo, ni es libre, ni deja serlo.
Esta tendencia impide descubrir nuevas posibilidades, nos concentramos en eso que ya conocemos y nos olvidamos de estar receptivos para poder percibir lo desconocido. Aquí el punto relevante, es recordar estar receptivos y olvidar el objetivo.
© Ana Mª Jiménez Moreno
Escrito sobre ideas tratadas en el foro de Comunidad Hermética
Imagen: miccaelsais.blogspot.com/2007_01_01_archive.html
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