Yoga, es la unión de todos los aspectos de la dualidad. Y Bhakti es el amor, así pues el Bhakti yoga es el camino o la vía de integración del ser en el centro de consciencia situado en el corazón.
Existen otras vías para alcanzar esa unión (yoga), las personas que siguen el camino del Bhakti suelen ser mas emocionales, aunque el Bhakti acompaña a otros yogas y se despierta en un momento determinado del proceso evolutivo.
El Bhakti se concentra en la idea de Dios para buscar la inspiración que necesita y romper las limitaciones de la individualidad.
El ideal mas elevado que pueda tener el ser humano de Dios es llamado Iswara, Brahman con atributos. Es la imagen de Dios en cualquiera de sus formas.
Adorada y venerada como a un hijo, como a un amigo, como a un amante, padre, se le ofrece cantos y rituales, y un servicio desinteresado por amor.
Los avatares, son encarnaciones de Iswara, la manifestación de Dios en forma humana, capaz de retrasmitir la espiritualidad por un toque o un deseo.
El ideal es la forma mental del Mahat Cósmico, Brahma, este ideal es manifestado en el eterno (stofa) por medio del logos (inteligencia), el verbo y el poder creador OM.
En la etapa inicial, Gouni, el Bhakta se concentra en un solo ideal, y se purifica el alma por medio de la renunciación, el amor al prójimo como a uno mismo, el amor a uno mismo, aceptación de lo bueno y lo malo, confianza en Dios, elevando y transformando las ideas negativas por medio del amor a la vida y a todos los seres. Y cuando sentimos Amor, se reverencia, se anhela y se entrega a ese amor.
En la etapa suprema de Bhakti, esta anhelada unión universal se encuentra en cada alma y en todas las cosas, amor que borra hasta las pequeñas diferencias, el ideal que nos inspiraba, pasa a ser adorado como ideal, comprendiendo que no es eso, pero que, esa pequeña parte forma parte de todo.
La concentración continuada del amor, nos enseña que: El amor no busca retribución en Dios por nada de lo que se sufra o se crea merecer, el premio es el amor mismo. Se comprende que el miedo y el temor al castigo de Dios limita y confunde, el amor libera. Entendemos que el amor no compite con el ideal de amor de otras personas, puesto que es nuestro ideal el que se exteriorizara y manifestara en nuestras vidas.
Cuando se alcanza ese amor universal sin limites, ni ataduras, uno se da cuenta de que ese ideal se ha realizado en el interior, es, el amor mismo.
La charla de meditación fue fluida, el tiempo pasó sin darnos cuenta, hubo preguntas y participación, y, se cerró la charla con una meditación guiada sencilla y directa al encuentro con uno mismo.
