miércoles, 20 de abril de 2016

No tengo tiempo... ni quiero tenerlo ;)


El ser humano vive entre anuncios de miseria humana y desastres naturales mientras sigue comiendo tranquilamente, agradeciendo su suerte y olvidando rápidamente el  sacrificio que supone la desgracia ajena. Se conciencia de lo que ocurre a miles de kilómetros justificando su imposibilidad de hacer algo al mismo tiempo que ignora la pobreza que hay en su entorno cercano... así es el hombre de este tiempo... se piensa que por el hecho  de creerse libre ya es libre, se ahorra el esfuerzo que requiere la fuerza de voluntad para cambiar las cosas porque quizá no disfrute  ni vea resultados inmediatos, este hombre es incapaz de reconocerse como una parte integral de todo, de permitir que otros sigan su tarea, de aceptar que es solo un eslabón o de ser lo suficientemente responsable y visionario para iniciar algo que sea importante para los demás mas allá de su sí imaginado.

ES...
Tiempo para abrirse al mundo y a los demás, para acompañar, colaborar y participar... 
para estar presente, hacer, dejar ser, compartir, enseñar y aprender.... 
para sentir y amar, ver y conocer, escuchar y comprender, oler e intuir, gustar y disfrutar... 
tiempo con tiempo de calidad para percibir y constatar.

En estos tiempos que corren estamos presos por la individualidad y es necesario que eso no nos aísle. El aislamiento no siempre nace de una necesidad de encontrarse a si mismo, al Ser, a veces surge del egoísmo, egocentrismo e interés personal ya sea porque tengas un ego fuerte que quiera destacar o un ego débil que no se crea capaz. Dada esta influencia del "pantallazo" a una vida imaginada, es necesario recordar una y otra vez que tenemos una  parte del camino que transitamos solos y otra que se hace acompañado. Incluso voy a añadir que dentro de las compañías con las que el universo, el destino o la suerte hace que nos relacionemos, están los amigos y también los  enemigos. Así que... si te encuentras en un punto de tu vida donde has tirado la toalla por imposibilidad de llegar a un acuerdo con algo o alguien, te animo a tomarte el tiempo necesario para encontrar las palabras y poder comunicarlas. 

Comunicarse requiere tiempo y en estos tiempos sin tiempo todo son prisas y superficialidades, así que hay que sacar una gran fuerza de voluntad para  no perder la calma, la paciencia y la constancia necesaria que requiere la integración de la dualidad y que empieza con la relación entre tu y el otro. Hacerse entender requiere profundizar, ir más allá de las primeras impresiones que juzgan, catalogan y descartan... pero no es fácil lo se... porque reconozco que a veces es mejor callar, que otras uno se queda sin palabras y en ocasiones mágicas ni las palabras hacen falta... ciertamente hay que discernir el momento de cada momento sin que este dato le reste importancia al mensaje que quería transmitir.

Todas estas palabras surgen de una conversación mantenida ayer con una buena alumna y amiga que viene a mis clases desde hace muchísimo. En esta conversación comentamos que en estos años ha habido una pérdida de valor real del yoga que empieza por la relación y unión que se establece entre el alumno y el instructor. Actualmente la gente que quiere tener constancia en esto de comprometerse no puede y los que si... no quieren o prefieren una practica sin alma ni espiritu.


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