El amor es como una rosa en tu corazón, si la cuidas, si la riegas y le dedicas atención, se abre y permite que su aroma llene toda tu alma, y tu alma embriagada se inspira permitiéndote expresar lo mas autentico de tu ser.
Pero para que tu ser pueda expresar el verdadero amor no debe dejarse condicionar por lo malo, feo, oscuro, por las preocupaciones, las desgracias, las injusticias, ni por el odio, ni rencores, ni envidias… porque todos estos tipos de sentimientos y pensamientos crean una coraza que nos aleja de las personas y del mundo, perdemos sensibilidad y nuestro carácter, nuestra actitud, se vuelve fría y distante.
El amor va acompañado de satisfacción, de confianza, de alegría, el amor implica estar receptivo a ti mismo y a los demás, de sinceridad sin miedo. La aceptación de las limitaciones, de la dualidad, del miedo y del dolor es el primer paso hacia el verdadero amor. Liberar el amor implica romper con las cadenas que lo condicionan, el amor no puede encerrarse en una sola cosa o persona, el amor esta en todas partes.
El amor implica ver la belleza en todas las cosas, solo la mente juzga si es bueno o malo, bonito o feo, pero la belleza esta mas allá de la mente y solo se puede sentir con el corazón.
El amor es la fuerza que nos hace falta descubrir para liberarnos de la mente, para elevarnos por encima de todo lo temporal.
El amor es capaz de curar el cuerpo-mente y ponernos en contacto con el espíritu, con la esencia.
El amor es lo único que va a evitar que una vez que reconozcamos el vació, siga importándonos la vida sin atarrnos a ella.
Ana Mª Jiménez
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