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Desde un punto de vista espiritual, las manos simbolizan la obra que venimos a realizar al mundo y el medio que el espíritu usa para expresar el amor.
A otro nivel las manos representan la capacidad de dar y recibir, de soltar o retener. Este simbolismo es usado durante la practica de yoga e incluso observado por el instructor para saber si hay tensión todo el rato o en algún momento determinado.
Durante las clases de yoga cuando estamos tumbados hacia arriba, las manos mirando al cielo muestran receptividad y si estamos sentados extendiendo las manos en esa misma posición podría estar en relación con la entrega o con una demanda.
En cualquier posición estos sencillos gestos de abrir y cerrar las manos pueden hacer que la practica de yoga adquiera una gran profundidad. Por ejemplo en la primera parte de un ejercicio de meditación podría pedirse a la persona que cerrara las manos si esta reteniendo pensamientos y en un momento determinado solicitarle que las abra para que suelte el contenido menta.
Con una mano cerrada puedes estar aferrándote a ideas, emociones o preocupaciones negativas que pueden desequilibrar y bloquear a la persona. Pero también pueden representar el acto de coger una idea o de aceptar ayuda o un regalo. No debemos retener nada que ya no nos sirva, el cultivo del desapego en este sencillo gesto puede ser revelador.
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